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Refuerzo de Lengua y Literatura (Rocío Madrid)

Concepción poética de Bécquer

Concepción poética de Bécquer

A continuación tenéis una seleccción de textos en los que Gustavo Adolfo Bécquer nos explica cuál es su concepción de la poesía.

 

Por lo que a mí toca, puedo asegurarte que cuando siento no escribo. Guardo, sí, en mi cerebro escritas, como en un libro misterioso, las impresiones que han dejado en él su huella al pasar; estas ligeras y ardientes hijas de la sensación duermen allí agrupadas en el fondo de mi memoria hasta el instante en que, puro, tranquilo, sereno y revestido, por decirlo así, de un poder sobrenatural, mi espíritu las evoca, y tienden sus alas transparentes, que bullen con un zumbido extraño, y cruzan otra vez por mis ojos como en una visión luminosa y magnífica.

Cartas literarias a una mujer, Carta II

 


Hay una poesía magnífica y sonora; una poesía hija de la meditación y el arte, que se engalana con todas las pompas de la lengua, que se mueve con una cadenciosa majestad, habla a la imaginación, completa sus cuadros y la conduce a su antojo por un sendero desconocido, seduciéndola con su armonía y su hermosura.

Hay otra natural, breve, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que hiere el sentimiento con una palabra y huye, y desnuda de artificio, desembarazada dentro de una forma libre, despierta, con una que las toca, las mil ideas que duermen en el océano sin fondo de la fantasía.

La primera tiene un valor dado: es la poesía de todo el mundo.

La segunda carece de medida absoluta; adquiere las proporciones de la imaginación que impresiona: puede llamarse la poesía de los poetas.

La primera es una melodía que nace, se desarrolla, acaba y se desvanece.

La segunda es un acorde que se arranca de un arpa, y se quedan las cuerdas vibrando con un zumbido armonioso.

Cuando se concluye aquélla, se dobla la hoja con una suave sonrisa de satisfacción.

Cuando se acaba ésta, se inclina la frente cargada de pensamientos sin nombre.

La una es el fruto divino de la unión del arte y de la fantasía.

La otra es la centella inflamada que brota al choque del sentimiento y la pasión.

Prólogo a La soledad (libro de poemas de su amigo Augusto Ferrán).

 

 

La poesía eres tú, te he dicho, porque la poesía es el sentimiento, y el sentimiento es la mujer.

La poesía eres tú, porque esa vaga aspiración a lo bello que la caracteriza, y que es una facultad de la inteligencia en el hombre, en ti pudiera decirse que es un instinto.

La poesía eres tú, porque el sentimiento, que en nosotros es un fenómeno accidental y pasa como una ráfaga de aire, se halla tan íntimamente unido a tu organización especial que constituye una parte de ti misma. (…)

La poesía es en el hombre una cualidad puramente del espíritu; reside en su alma, vive con la vida incorpórea de la idea, y para revelarla necesita darle una forma. Por eso la escribe.

En la mujer, sin embargo, la poesía está como encarnada en su ser; su aspiración, sus presentimientos, sus pasiones y Destino son poesía: vive, respira, se mueve en una indefinible atmósfera de idealismo que se desprende de ella, como un fluido luminoso y magnético; es, en una palabra, el verbo poético hecho carne.

 

Cartas literarias a una mujer, Carta I

SELECCIÓN DE TEXTOS DEL POEMA DE MIO CID

SELECCIÓN DE TEXTOS DEL POEMA DE MIO CID

Aquí encontraréis una serie de textos seleccionados de los distintos cantares del Poema de Mio Cid, podéis usar cualquiera de ellos para realizar el comentario literario.

Mantenemos a partir del verso 3731 en su lengua original, tal como aparece en el manuscrito de Pedro Abad. Modernizamos el resto.

CANTAR PRIMERO

Se ponen los escudos ante sus corazones. (v.715)

y bajan las lanzas envueltas en pendones.

inclinan las caras encima de los arzones,

y cabalgan a herirlos con fuertes corazones.

A grandes voces grita el que en buena hora nació:

-"¡Heridlos, caballeros, por amor del Creador!

¡Yo soy Ruiz Díaz, el Cid, de Vivar Campeador!" (...)

Allí vierais tantas lanzas hundirse y alzar,

tantas adargas hundir y traspasar,

tanta loriga abollar y desmallar,

tantos pendones blancos, de roja sangre brillar,

tantos buenos caballos sin sus dueños andar.

Gritan los moros: "¡Mahoma!"; "¡Santiago!", la cristiandad.(...)

A Minaya Alvar Fáñez matáronle el caballo,

pero bien le socorren mesnadas de cristianos.

Tiene rota la lanza, mete a la espada mano,

y, aunque a pie, buenos golpes va dando.

Violo mio Cid Ruy Díaz el Castellano,

se fijó en un visir que iba en buen caballo,

y dándole un mandoble, con su potente brazo,

partióle por la cintura, y en dos cayó al campo.

A Minaya Alvar Fáñez le entregó aquel caballo:

-"Cabalgad, Minaya: vos sois mi diestro brazo". (...)

 

CANTAR SEGUNDO

Aquí se comienza la gesta de mío Cid el de Vivar (v.1085)

Tan ricos son los suyos que no saben lo que han. (...)

___________________________________________________________________________________________________

¡Sí que son grandes los gozos que van por aquel lugar,(v.1211)

cuando el Cid ganó en Valencia y entró por la ciudad!

Los que iban a pie, los tienen como caballeros ya.

y el oro y la plata suyos ¿quién los podría contar?

Con esto quedaron ricos todos cuantos allí están.

y nuestro Cid don Rodrigo su quinto mandó apartar:

de riquezas en moneda, treinta mil marcos le dan,

y de las otras riquezas ¿quién las podría contar?

¡Qué alegre el Campeador y los que con él están

viendo en lo alto del alcázar la enseña del capitán!

Descansaba nuestro Cid y lo hacían sus mesnadas.

Al rey que había en Sevilla un mensaje le llegaba:

que tomada fue Valencia sin que pudiera guardarla.

Entonces él acudió con treinta mil hombres de armas

Allí cerca de las huertas tuvieron los dos batalla.

Desbaratólos el Cid, el de la crecida barba:

hasta allá, dentro de Játiva, la acometida alcanzaba.

Al pasar el río Júcar ved qué reñida batalla;

y los moros acosados sin querer beben el agua.

El Rey aquel de Sevilla con tres heridas escapa.

Desde allí se vuelve el Cid con las riquezas ganadas;

buen golpe fue el de Valencia al ser la ciudad tomada. (...)

______________________________________________________________________________________________________

 

-"¡Gracias al Creador, al Padre espiritual! (v.1633)

Todos los bienes que tengo, delante de mí están.

Con esfuerzo, Valencia conquisté: es ya mi heredad;

antes he de morir que volverla a dejar.

Al Creador y a la Virgen, me es forzoso alabar,

pues mi mujer y mis hijas conmigo las tengo acá.

La suerte me ha venido de tierras de allende el mar.

Me arrojaré a las armas, no las he de dejar;

mi mujer y mis hijas me verán pelear:

ya verán lo que cuesta en estas tierras morar,

han de ver con sus ojos cómo se gana el pan."

Al alcázar con ellas subió para observar,

mirando con sus ojos, tiendas vieron montar.

-"¿Qué es esto, Cid? ¡Dios tenga de vos piedad!"

-"Mi mujer, muy honrada, no tengáis ningún pesar!

Es más riqueza que nos viene, a aumentar nuestro caudal.

Tan pronto como has llegado, un presente os quieren dar.

Para las hijas casaderas, os traen un buen ajuar."

-"Gracias a vos, Cid, y al Padre espiritual."

-"Quedáos en el alcázar, en el palacio aguardad;

y no tengáis miedo alguno porque me veáis luchar;

por la merced de Dios y de su Madre virginal,

me crecerá el corazón, pues me vais a contemplar.

¡Con la ayuda de Dios, esta batalla la tengo que ganar!" (...)

________________________________________________________________________________________________________

 

Comienzan ya a preparar logran sala del palacio. (v.2205)

Los suelos con mucha alfombra, todo bien encortinado.

iCuánta seda y cuánta púrpura y cuánto paño preciado!

¡Gusto os daría vivir y comer en el palacio!

Los caballeros del Cid aprisa allí se juntaron

y entonces en aquel punto por los infantes mandaron.

Ya cabalgan los infantes, camino van del palacio,

con muy ricas vestiduras, galanamente ataviados.

A pie y con muy buena cara, ¡Dios, qué discretos entraron!

Recibiólos nuestro Cid; con él todos sus vasallos.

Ante el Cid y su mujer los infantes se inclinaron.

A sentar ellos se fueron en un muy precioso escaño.

Los de la casa del Cid, siempre en todo mesurados

están atentos mirando al que nació afortunado.

Allí el Cid campeador ved que en pie se ha levantado:

-Puesto que hacerlo tenemos, ¿por qué lo vamos tardando?

Venid acá mi Alvar Fáñez el que tanto quiero y amo.

Aquí tenéis mis dos hijas. Yo las pongo en vuestras manos.

Sabéis que al rey eso mismo se lo tengo así rogado.

No quiero faltar en nada de lo que fue concertado.

A los dos infantes, vos dádselas con vuestras manos,

que tomen las bendiciones y vayamos acabando.

Entonces dijo Minaya: -Esto haré yo de buen grado. (...)

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Las coplas de este cantar aquí se van acabando, (v.2276)

El Criador os valga con todos los sus santos.

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CANTAR TERCERO

En Valencia, con los suyos, el Cid permaneció, (v.2278)

estaban también sus yernos, los infantes de Carrión.

Un día, en un escaño, dormía el Campeador:

un mal accidente sabed que les ocurrió:

salióse de la jaula, y quedó libre un león.

A todos los presentes, les asaltó gran temor

se ponen el manto al brazo los del Campeador,

y rodean el escaño protegiendo a su señor.

Fernán Gonzálvez, infante de Carrión,

no halló dónde subirse, ni abierta alguna habitación;

se escondió bajo el escaño: tanto era su pavor.

Diego Gonzálvez por una puerta salió,

diciendo agrandes gritos: «¡Ya no veré más Carrión!»

Tras una viga laga se metió con gran pavor;

el manto y el brial muy sucios los sacó.

En esto, despertó el que en buena hora nació.

El escaño rodeado de sus guerreros vio.

-"¿Qué ocurre, caballeros, por qué esta alteración?"

-"Sucede, señor honrado, que un susto nos dio el león. "

Hincó el codo mio Cid, tranquilo se levantó;

el manto traía al cuello, y se dirigió al león;

apenas lo vio éste, gran vergüenza sintió.

Ante mio Cid, bajó la cabeza y el rostro hincó.

Mio Cid don Rodrigo del cuello lo tomó,

Ilevándolo de su mano, a la jaula lo volvió.

Todos asombrados quedan al ver a su señor,

y al palacio retornan loando su valor.

Mio Cid por sus yernos preguntó y no los halló:

aunque los llamó a altas voces, ninguno respondió.

Cuando los encontraron, estaban sin color;

nunca hubo tal rechifla como la que allí se armó,

pero ordenó que cesara mio Cid el Campeador.

Muchos tuvieron por deshonrados a los infantes de Carrión

se sienten humillados por lo que aconteció. (...)

________________________________________________________________________________________________________

 

De este modo lo mandaron los Infantes de Carrión: (v.2708)

que atrás ninguno quedase, fuese mujer o varón,

a no ser sus dos esposas, doña Elvira y doña Sol,

que querían recrearse con ellas a su sabor.

Todos los demás se han ido, los cuatro solos ¡Por Dios!

¡Cuánto mal que imaginaron infantes de Carrión!

-Tenedlo así por muy cierto, doña Elvira y doña Sol.

Aquí os escarneceremos en este fiero rincón,

y nosotros nos iremos; quedaréis aquí las dos.

Ninguna parte tendréis de las tierras de Carrión.

Estas noticias irán a ese Cid Campeador.

Ahora nos vengaremos por la afrenta del león.

Allí las pieles y mantos quitáronles a las dos;

sólo camisas de seda sobre el cuerpo les quedó.

Espuelas tienen calzadas los traidores de Carrión;

en sus manos cogen cinchas, muy fuertes y duras son.

Cuando esto vieron las dueñas, les hablaba doña Sol:

-¡Ay don Diego y don Fernando! Esto os rogamos, por Dios:

ya que tenéis dos espadas, que tan cortadoras son,

(a la una dicen Colada y a la otra llaman Tizón)

nuestras cabezas cortad; dadnos martirio a las dos.

Los moros y los cristianos juntos dirán a una voz,

que por lo que merecemos, no lo recibimos, no.

Estos tan infames tratos, no nos los déis a las dos.

Si aquí somos azotadas, la vileza es para vos.

En juicio o bien en Cortes responderéis de esta acción.

Lo que pedían las dueñas, de nada allí les sirvió.

Comienzan a golpearlas Infantes de Carrión;

con las cinchas corredizas las azotan con rigor;

con las espuelas agudas les causan un gran dolor;

les rasgaron las camisas y las carnes a las dos;

allí las telas de seda limpia sangre las manchó;

bien que lo sentían ellas en su mismo corazón.

¡Qué ventura sería ésta, si así lo quisiera Dios,

que apareciese allí entonces nuestro Cid Campeador!

¡Tanto allí las azotaron! Sin fuerzas quedan las dos.

Sangre mancha las camisas y los mantos de primor.

Cansados están de herirlas los Infantes de Carrión. (...)

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Con los cientos de su gente, que así vestirlos mandó (v.3101)

aprisa cabalga el Cid; de San Servando salió

y a la Corte así dispuesto íbase el Campeador.

En las puertas que están fuera despacio descabalgó.

Gran cordura muestra el Cid, con los suyos que escogió.

Él entra en medio de todos, los ciento a su alrededor.

Cuando lo vieron entrar al que en buen hora nació,

levantóse en pie el buen Rey de Castilla -Y de León,

con el conde don Enrique, con el conde don Ramón;

sabed que después se levanta todo aquel que allí acudió.

Con gran honra lo reciben al que en buen hora nació.

No se quiso levantar ese Crespo de Grañón,

ni tampoco los del bando de la gente de Carrión.

El Rey entonces al Cid de las manos lo tomó.

-Venid vos acá a sentaros conmigo, Campeador.

Aquel mismo escaño es este que me disteis vos en don.

Aunque a más de alguno pese, os tengo por el mejor.

Los cumplidos agradece el que a Valencia ganó:

-Sentaos en vuestro escaño, pues que Rey y Señor sois;

con estos, mis caballeros, acá me sentaré yo.

Lo que dijo el Cid honrado gustó al Rey de corazón. (...)

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Hicieron sus casamientos doña Elvira y doña Sol; (v.3719)

los primeros fueron buenos, pero estos son aún mejor,

con mayor honra se casan que en la primera ocasión.

Y ved cómo la honra aumenta al que en buen hora nació.

al ser sus hijas señoras de Castilla y de Aragón.

Y así, los reyes de España ahora sus parientes son,

a todos alcanza honra por el que en buen hora nació. (...)

_________________________________________________________________________________________________________

 

Quien escrivió este libro dél’Dios paraíso, ¡amén! (v. 3731)

Per Abbat le escribió en el mes de mayo

en era de mill e doszientos e cuarenta e cinco años.

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E el romanz es leído, (v. 3734)

datnos del vino;

si non tenedes dineros,

echad alla unos peños,

que bien nos lo darán sobr’ellos.

 

GUÍA PARA EL COMENTARIO DE TEXTOS LITERARIOS

GUÍA PARA EL COMENTARIO DE TEXTOS LITERARIOS

A. MODOS DE ESTUDIAR LITERATURA

1º. LECTURA DE OBRAS LITERARIAS:

  • En extensión: lectura de muchas obras.
  • En profundidad: comentario o explicación de textos. El comentario de textos literarios es una herramienta que nos permite acercarnos al texto, profundizar en sus componentes temáticos (fondo) y estilísticos (forma), ponerlo en relación con una época, una ideología... En definitiva comprender y enjuiciar textos de forma meditada y apreciar su valor estético de forma técnica, sin dejarnos llevar por la primera impresión que suscita el texto en nuestro ánimo.

2º. ESTUDIO DE LA HISTORIA DE LA LITERATURA como elemento auxiliar.

El comentario de textos será tanto mejor cuanto más se haya leído y mejor se conozca la Historia de la Literatura.

B. FINALIDAD DEL COMENTARIO DE TEXTOS: Explicar el contenido y las características lingüísticas de un texto con la intención de provocar una reflexión en el receptor. No se trata de explicar conceptos teóricos, sino de aplicarlos, con la finalidad de analizar el texto. Se tendrá que remitir constantemente al texto objeto de análisis mediante citas literales y referencias a las líneas o fragmentos donde aparece el aspecto que se comenta.

El resultado final del comentario dependerá en gran medida de conocimientos:

  • Personales: La habilidad en el análisis y en la redacción, sensibilidad, agudeza, etc.
  • Otros que se adquieren con el tiempo: lengua, literatura, métrica, geografía, historia, sociología, economía, religión, etc.

Los objetivos del comentario de texto son:

a. Fijar con precisión qué dice el texto (fondo).

b. Dar razón de cómo lo dice (forma).

Son buenas todas las explicaciones que, razonadamente, establezcan una relación clara y ordenada entre el fondo y la forma de un texto. No existe una única posibilidad de resolver el problema de la interpretación de un texto, sino diferentes maneras de aproximarse a él, pero hay unas técnicas más útiles que otras y existen ciertos aspectos imprescindibles para un buen análisis de los que nos ocuparemos en lo que sigue.

C. MÉTODO DE COMENTARIO DE TEXTOS: Es importante seguir las fases que se explican a continuación:

1º. LECTURA ATENTA DEL TEXTO.

§ Leer despacio y comprender las palabras.

§ Buscar en el diccionario todo lo que no entendemos o entendemos a medias (en el examen no contaremos con un diccionario, pero su uso continuado proporciona un conocimiento del léxico suficiente para encararlo con tranquilidad).

§ Si cuando buscamos en el diccionario hay dos o más acepciones de una palabra, sólo nos interesará la que conviene al texto (para saber cuál es esta acepción hay que sustituir mentalmente la palabra problemática por sus diferentes acepciones hasta que se realice un ajuste perfecto al texto).

En esta fase hay que comprender el texto, conocer su sentido literal, no interpretar qué sentido especial tiene alguna expresión.

2º. LOCALIZACIÓN O PRESENTACIÓN DEL TEXTO. Con esta fase comienza el ejercicio del comentario. Se trata de situar el texto dentro de la producción de su autor y de la época correspondiente.

Utilizaremos nuestros conocimientos de Literatura y de Historia de la literatura y seguiremos los siguientes pasos:

1. Relacionar la obra con el autor, su vida y el total de su producción. Destacaremos sólo aquellos aspectos biográficos que sean relevantes para interpretar el texto. No es pertinente emplear estos datos como excusa para demostrar todo lo que se sabe sobre la vida del autor o su carácter. Es conveniente que nos detengamos sólo en aquellas cuestiones que sean significativas en nuestro comentario.

2. Situarla dentro del contexto histórico e ideológico de su tiempo.

3. Relacionar la obra con la época o movimiento literario. Seleccionaremos marcas en el texto de la época o el movimiento literario en el que se encuadra. Comentaremos si estamos ante una obra típica de su época o si, por el contrario, presenta novedades significativas; cada autor y cada obra puede poseer rasgos originales y propios.

4. Resaltar las características del género literario y subgénero al que pertenece. Mencionaremos sólo aquellas que influyen directamente en el texto u obra que se va a comentar.

5. Si analizamos un fragmento, hay que ubicarlo dentro de la obra a la que pertenece y relacionar ésta con el resto de la obra del autor. Podemos encontrarnos con las siguientes situaciones que requieren diferentes tratamientos:

§ El texto pertenece a una obra que conocemos entera: Situar exactamente el fragmento en la obra, para ello, narraremos el argumento de la obra y señalaremos en qué punto se inserta.

§ El texto pertenece a una obra de la que conocemos sólo una parte: Narrar brevemente el argumento o contenido de la obra y situar en ella el capítulo (la escena o el episodio, etc.) que conocemos. Narrar brevemente el contenido de dicho capítulo y situar en él el fragmento que se nos ha propuesto para la explicación.

§ El texto pertenece a una obra de la que no conocemos nada: Proceder como si el texto fuera completo. (Puntos 1-4).

3º. REALIZACIÓN DEL RESUMEN Y DETERMINACIÓN DEL TEMA.

- Resumen: Un buen resumen condensa lo esencial del texto conservando sólo los detalles importantes. Hay que sintetizar el contenido del texto, no reproducir la forma. Algunos consejos para realizar el resumen son:

§ No utilizar la sintaxis ni el léxico del texto original.

§ No parafrasear el texto.

§ No debe contener interpretación ni opiniones propias.

§ No debe ser más largo que el texto, en general, ocupará unas diez líneas, con letra normal.

§ Hay que evitar el lenguaje poético, es preferible utilizar lenguaje estándar.

§ Casi todos los textos permiten organizar el resumen en un solo párrafo.

§ Muchos tienen tendencia a usar fórmulas fijas como: El texto nos habla de..., El autor narra..., El fragmento propuesto para resumir trata sobre...; no hay inconveniente en admitir estos clichés, pero quizá resulten más adecuados en otras fases del comentario, en el resumen hemos de economizar palabras y podemos prescindir de este tipo de recursos.

- Tema: Si el texto es fragmento de una obra mayor:

§ Aclararemos brevemente cuál es el tema general de la obra y cuáles sus motivos temáticos principales. Es necesario insertar el texto dentro del argumento de la obra a la que pertenece.

§ A continuación debemos definir el tema del fragmento y ponerlo en relación con el de la obra.

Si eliminamos del resumen todos los detalles y definimos sólo la intención del autor, conseguiremos enunciar el tema.

Hay que encontrar un enunciado (oración o frase) que sólo sea aplicable al texto que comentamos y que exprese su idea fundamental, su mensaje, lo que el autor ha querido decir; para ello se recomienda buscar un sustantivo abstracto que condense el mensaje (queja, exhortación, crítica, lamento...) y acompañarlo de tantos adyacentes como necesitemos para que la frase resultante identifique el texto en cuestión. Puede también optarse por una oración parecida a éstas: El autor se lamenta de..., El amor traspasa los límites de..., El protagonista se queja de...

Sus características son: claridad, exactitud y brevedad (no debería superar las diez o quince palabras). El tema debe enunciarse con brevedad, pero no de forma simplista (decir que un texto tiene como tema el amor es demasiado impreciso: debemos matizar esa afirmación)

Se podría decir que el tema es un resumen del resumen, pero, al contrario que en este último, aquí sí se debería interpretar el sentido del texto o la intención del autor.

4º. DETERMINACIÓN DE LA ESTRUCTURA: Establecer cómo se ha organizado el contenido del texto para que forme un todo. Si no se pudiera establecer la estructura de un texto, su interpretación resultaría difícil, e incluso podría ser incoherente. Todo texto coherente comporta dos tipos de organización de los contenidos:

1. Estructura externa: Disposición de los enunciados en capítulos, apartados, párrafos, etc:

  • Si se trata de un texto poético, realizar el análisis métrico: medida, rima, estrofa, poema... Si es posible, debemos poner estos datos en relación con otras obras del autor y movimiento literario. Si un autor introduce novedades en el empleo de la métrica, dejaremos constancia de ello.
  • Si es un texto narrativo, indicar cuántos párrafos o capítulos lo forman. Señalar también sus elementos constitutivos: focalización y tipo de narrador, tiempo externo e interno, tipo de espacio, personajes... Sería conveniente buscar una explicación para cada uno de estos aspectos: ¿Por qué el autor opta por una determinada focalización o espacio? ¿Qué efectos busca? ¿Con qué intencionalidad los emplea? Así profundizaremos en el significado último del texto.
  • Si es un texto teatral, indica los cambios de escena o de acto y los diferentes planos que aparezcan: apartes, conversaciones cruzadas...

2. Estructura interna: División del texto en partes teniendo en cuenta el desarrollo lógico del contenido, la evolución del tema.

Todas las partes de un texto se relacionan entre sí, porque todas contribuyen a expresar el tema; pero se diferencian en que el tema adquiere variaciones en cada una de ellas. Hemos de delimitar de qué línea a qué línea (o verso) va cada parte y explicar de qué habla cada una de ellas.

Para hacer la división se pueden tener en cuenta diversos factores:

  • Las estructuras propias de los géneros y de los modos de elocución: narración (planteamiento, nudo y desenlace, estructura circular, final abierto, etc.); texto teatral (monólogo, diálogo rápido, aparte...), argumentación (tesis y argumentos), etc.
  • La división en párrafos, ya que éstos constituyen en sí mismos una unidad de contenido y, por lo tanto, sería una incongruencia que se dividieran.
  • Si establecemos más partes de las necesarias perderemos el carácter unitario del texto (no creamos que si tenemos muchas partes somos más precisos).
  • En poesía es un error considerar que cada parte coincide con cada estrofa (aunque a veces puede ocurrir).

5º. ANÁLISIS DE LA FORMA PARTIENDO DEL CONTENIDO: La forma son las palabras y giros gramaticales que integran el texto. Debemos tener presente que entre todos los medios lingüísticos que el idioma ofrece al escritor, éste ha elegido los que le parecían más adecuados para expresar el contenido. En el comentario debemos comprobar de qué modo el contenido determina la forma del texto y explicar cada rasgo formal como una exigencia del contenido. Este es el principio fundamental del comentario de texto: el contenido está presente en todos los rasgos formales.

Esta es la fase más extensa del comentario, en ella hay que explicar no sólo qué dice el texto, sino cómo lo dice. Para ello, analizaremos la lengua del texto; los recursos fónicos, morfosintácticos, semánticos y estilísticos y los relacionaremos con el desarrollo del tema y la intención del autor. Siguiendo los apartados que se han propuesto en la estructura interna, explicaremos cómo los recursos estilísticos resaltan los contenidos, describiendo así la relación entre el contenido y la forma.

Para que no olvides nada, aquí tienes algunas de las cuestiones lingüísticas y estilísticas que siempre debes tener presentes y que te ayudarán a determinar la estructura y el desarrollo temático de un texto:

o Aspectos fónicos: modalidades oracionales, métrica y peculiaridades fonéticas.

o Aspectos morfosintácticos: personas y tiempos verbales, estructuración sintáctica (conectores), abundancia de adjetivos, sustantivos o verbos:

§ Análisis de los sustantivos (concreto, comunes, abstractos...)

§ Análisis de los adjetivos (especificativos, epítetos, sensoriales, evocativos, ponderativos...)

§ Análisis de los pronombres (personas gramaticales, uso enfático, afectivo...)

§ Análisis de los determinantes y verbos

§ Estudio de la sintaxis (por ej., en una descripción impresionista predominan las oraciones breves, simples o yuxtapuestas; en un argumentación retórica, los periodos son largos y subordinados.)

o Aspectos léxico-semánticos: campos semánticos predominantes, tecnicismos, neologismos, cultismos, presencia de mitos o tópicos, connotación o denotación. Estudio del registro lingüístico...

o Aspectos estilísticos: Debes señalar las figuras retóricas o estilísticas que aparecen en el texto y relacionarlas con el contenido: aliteraciones, comparaciones, metáforas, repeticiones...

o Aspectos textuales: los modos de elocución (narración, descripción, diálogo, argumentación...)

o Tipo de lenguaje: culto, común, coloquial...

También sería interesante establecer relaciones del contenido y los recursos con la globalidad de la obra, su movimiento literario y su época.

Es el momento de comentar las posibles relaciones de intertextualidad: cuáles son sus posibles hipotextos o si se ha convertido en hipertexto de otros posteriores.

Esta fase 5ª (análisis de la forma partiendo del contenido) puede realizarse de forma conjunta con la anterior (determinación de la estructura), de forma que iremos explicando de forma conjunta la forma y el contenido del texto.

6º. CONCLUSIÓN.

Si terminamos el comentario sin una conclusión dará la impresión de que no hemos captado la esencia y el significado del texto. La conclusión se compone de:

1. Síntesis de nuestras observaciones: Reducir a líneas generales los resultados del análisis, no sumar los datos en una farragosa enumeración, sino resaltar su rasgo común; para ello es necesario releer el comentario fijándose en las observaciones que tienen un origen o finalidad común.

2. Opinión personal argumentada y apoyada en el comentario: Se trata de una valoración técnica del fragmento y de la obra, por lo que es inadecuado limitarse a una opinión impresionista que refleje nuestra apreciación superficial sobre el texto). Busquemos una frase adecuada para concluir con brillantez.

§ En lo referente a la forma, normalmente tendremos que alabar la calidad literaria de los textos que se nos propongan.

§ En lo que se refiere al contenido puede que el tema o el sentido del texto no nos agraden, podemos decirlo de forma modesta y firme sin fórmulas hechas (no olvidar que el defecto puede estar en nuestro gusto).

Bibliografía: Cómo se comenta un texto literario, Fernando Lázaro Carreter y Evaristo Correa Calderón, Madrid, Cátedra, 1994.

NIVEL SEMÁNTICO

NIVEL SEMÁNTICO

E

L SIGNIFICADO: Desde el punto de vista semántico se puede decir que la palabra es una unidad lingüística con significado completo e independiente.

 

La semántica estudia el significado de los signos lingüísticos y las relaciones que estos signos mantienen entre sí a través del significado.

El significado es el conjunto de características conceptuales asociadas indisolublemente a un significante.  Todo significado está formado por una combinación de rasgos significativos mínimos, los semas, que lo caracterizan y lo distinguen de otros significados.

Ejemplo: “Hombre”: animado, humano, adulto, no femenino / “Mujer”: animado, humano, adulto, no masculino / “Niño”: animado, humano, no adulto, no femenino.

Los grupos de palabras (de la misma categoría gramatical) relacionadas en su significado por el hecho de que comparten algunos semas comunes forman un campo semántico. Cada comunidad lingüística distribuye y estructura los campos semánticos según sus necesidades; es lógico que una comunidad que no conoce determinados objetos o no haya pensado en ciertas relaciones o conceptos, tampoco tenga palabras que los definan.

El campo semántico de ‘nieve’ para nosotros es mucho más reducido que para los esquimales, pero bastante más extenso que para los habitantes de la selva.

Aisladamente una palabra puede tener varios significados, pero cuando la situamos en un contexto lingüístico, adquiere un significado concreto y único de todos los posibles, el sentido. En él influyen tanto el contexto lingüístico como el extralingüístico.

- Amigo” puede tener el sentido de ‘novio’ o ‘pareja’ por circunstancias situacionales.

- “Mar”: “El mar estaba en calma”. “Estoy en un mar de dudas”. Lo determinante es el contexto lingüístico.

- “Maestro”: “El maestro dio una gran estocada”. “Mi maestro me felicitó por el examen”. Contexto lingüístico.

- “Zapatilla”: “Pásame la zapatilla”. Varía su sentido según sea dicho entre bailarines o entre fontaneros: contexto extralingüístico. 

Por otra parte, las palabras expresan nuestro conocimiento de la realidad, pero ese conocimiento no es sólo abstracto, es también experimental y concreto, y, por consiguiente, afectivo. Llamamos denotación al significado objetivo y conceptual que tienen las palabras y que son comunes a todos los hablantes. Las connotaciones son los significados emotivos, subjetivos (positivos o negativos) que ciertas personas o grupos añaden a la denotación. La connotación es una de las causas esenciales de los cambios de significados. Las connotaciones pueden ser muy personales o estar muy generalizadas.

- Gallina”: significado denotativo: ‘tipo de ave’; significado connotativo: ‘cobarde’.

-Negro”: significado denotativo: ‘ausencia de color’; significado connotativo: ‘muerte, tristeza, dificultad…’.

 

F

ENÓMENOS SEMÁNTICOS: Se verifican a partir de las relaciones que se establecen entre el significante y el significado de las palabras:

 

a. Sinonimia: consiste en la equivalencia de significados entre distintos significantes. Diferenciamos dos tipos de sinonimia:

 - Total: Identidad total de todos los semas de distintos significantes que hace que dos palabras sean intercambiables en todos los contextos: “burro / asno”, “ileso / indemne”. Es muy escasa.

 - Parcial: Significados parcialmente parecidos entre varios significantes que pueden intercambiarse en ciertos contextos: “coger / tomar”: “Voy a coger / tomar un taxi”. “Voy a tomar /*coger café”.

 

b. Homonimia: Se produce cuando hay significantes semejantes con significados diferentes; son palabras de origen distinto que por evolución fonética han coincidido en su significante.

 - Teniendo en cuenta la categoría gramatical de las palabras homónimas, se establecen dos tipos de homonimia:

- Homonimia absoluta: las palabras pertenecen a la misma categoría gramatical: banda”: Del fr. ant. bande, vende: ‘cinta’ / Quizá del gót. Bandwō: ‘grupo’.

- Homonimia parcial: las palabras pertenecen a categorías gramaticales diferentes: vino”: Del lat. Vinum: licor alcohólico’ / Del lat. Venīre: 3ª persona del singular del pretérito perfecto simple de indicativo del verbo ‘venir’.

 - Por otra parte, teniendo en cuenta que la identidad de los significantes puede darse en distintos niveles, las palabras homónimas pueden ser:

- Homónimos homófonos: identidad sólo en el nivel fónico: bello”: Del lat. bellus / “vello”: Del lat. Villus.

- Homónimos homógrafos: identidad en el nivel fónico y gráfico: “cola”: Del lat. vulg. coda, y este del lat. Cauda: ‘extremidad posterior del cuerpo y de la columna vertebral de algunos animales’. / “cola”: Del lat. colla, y este del gr. κλλα: ‘pasta que sirve para pegar’.

 

c. Polisemia: Cuando al significante de una palabra le corresponde un único significado, decimos que la palabra es monosémica: bicarbonato”, “abdomen”…  Hay muy pocas palabras monosémicas, la mayoría son polisémicas, pues a un significante podemos asociarle más de un significado y sólo el contexto hace que el significante adquiera un sentido único. Entre los diferentes significados de un término polisémico suele haber relación. La polisemia responde al principio de economía de la lengua porque facilita la memoria, pero puede suponer a veces ambigüedad en el mensaje. Ejemplo: “banco”: ‘de un parque, de dinero, de arena, de sangre’, etc.

 

d. Antonimia: Se produce cuando el significado de una palabra es contrario al de otra. En esta oposición de significados hay matices que nos llevan a establecer distintos tipos de antónimos:

  - Complementarios: se da una oposición total de significados de forma que la negación de uno implica la afirmación del otro: “vivo / muerto”, “acentuado / inacentuado”.

   - Graduales: existen términos intermedios, por lo que la negación de uno no implica la afirmación del otro: “frío / caliente”, “alto / bajo”.

  - Recíprocos: la afirmación de la existencia de un término implica la afirmación de la existencia del otro: “padre / hijo”, “comprar / vender”.

 

E

L CAMBIO SEMÁNTICO: Llamamos cambios semánticos a aquellas variaciones que afectan al significado de una palabra, manteniéndose el significante.

                La lengua es una realidad viva, por eso cambia el significado de muchas palabras, bien eliminando el significado primitivo y dando a la palabra uno nuevo (“contaminar” significaba en el Lazarillo de Tormes ‘atacar al ciego con engaños para poder comer lo que éste le negaba’), bien dotando de nuevos significados a un término, sin que por ello pierda su significado primero (“pluma”).

A)     Las causas de los cambios semánticos son las siguientes:

a. Históricas: Están conectadas con el progreso humano; una cosa puede cambiar de forma o de uso y puede llegar a ser otra completamente diferente, a pesar de lo cual sigue siendo designada con el antiguo significante: carretera”.

b. Lingüísticas: Cuando dos palabras aparecen a menudo juntas en el mismo contexto lingüístico, la elipsis del primer término puede hacer que su significado pase al segundo: “(cigarro) puro”, “(gaseosa) Casera”.

c. Psicológicas: La repugnancia o al asco que inspiran ciertos animales explican su aplicación para definir a las personas con intención de insultarlas: “reptil, víbora, sapo, buitre”. También hay connotaciones positivas: “lince, zorro”.

d. Sociales: Son muchas y diversas. Señalaremos tres:

- Generalización de un tecnicismo: Se amplía el significado al pasar de un círculo reducido a uno más amplio: faena”, “plural”.

- Prejuicios de clase o grupo social: Uso como insultos de algunos términos: verdulera, villano”.

- Aparición de tabúes y eufemismos: Tabú es aquella palabra que nombra una realidad desagradable y que los ciudadanos evitan: muerto”. Para no utilizar la palabra tabú, se recurre al eufemismo: término neutro o con connotaciones positivas: difunto”. Hay casos en que los tabúes son reemplazados por pablar que no buscan suavizar la expresión, sino hacerla humorísticamente más dura y malsonante, son los disfemismos: fiambre.

B)      Modos de los cambios semánticos:

a. Metáfora: Es una comparación abreviada, sin nexo comparativo. Sustituimos una palabra por otra parecida a ella, sin más explicaciones. Para establecer la comparación es necesaria una semejanza (real o imaginaria) entre el sustituido y el sustituto. Las metáforas son frecuentes en la lengua usual, no sólo en la literaria y muchas palabras polisémicas han adquirido uno de sus significados por metáforas cuyo uso se ha extendido a todos los hablantes. Estos significados metafóricos quedan ya para siempre asociados a la palabra y se recogen en los diccionarios; no son como las metáforas literarias, comparaciones únicas y aisladas empleadas por un solo escritor. Las metáforas incorporadas a los diccionarios se llaman catacresis, y se indican mediante la abreviatura fig. que quiere decir lenguaje o sentido figurado.

Ejemplo: “Pajarraco”: m. despectivo. Pájaro grande cuyo nombre se desconoce. // fig. y fam. hombre disimulado y astuto.

El primero en llamar pajarraco a un hombre astuto y listo, comparándolo con un pájaro grande, hizo una creación metafórica única e individual. Cuando este uso se hace común a todos los hablantes, se crea un nuevo significado para el significante pajarraco. Se ha producido un cambio semántico.        

b. Metonimia: la relación entre el elemento sustituto y el sustituido es de contigüidad física, basada en la realidad.

Ejemplo: “Café”: semilla del cafeto. // Bebida que se hace por infusión con esta semilla tostada y molida. // Casa o sitio público donde se vende y toma esta bebida y otras consumiciones.

Como vemos, los tres significados de café están relacionados metonímicamente: de significar el grano de la planta (significado 1), café pasa a ser la bebida que se hace con ese grano (significado 2) y, en un estado posterior, el lugar donde se consume la bebida (significado 3).

c. Sinécdoque: Tipo especial de metonimia que consiste en llamar a un todo con el nombre de una parte en él incluida o, al revés, dar a una parte el nombre del todo que la incluye. Muchos cambios semánticos se crean de esta forma.

Ejemplo: “Cerebro”: uno de los centros nerviosos constitutivos del encéfalo, situado en la parte anterior y superior de la cavidad craneal. // fig. cabeza, talento, juicio, capacidad. // fig. persona sobresaliente en actividades culturales, científicas o técnicas.

La acepción 2 es una traslación metonímica de 1: a. “Tiene mucha inteligencia”. b. “Tiene mucho cerebro”. Podemos sustituir la expresión a. por la b. basándonos en una relación de contigüidad: ‘la inteligencia reside en el cerebro’.

La acepción 3 es un caso de sinécdoque: c. “Los mejores cerebros españoles trabajan en los Estados Unidos”. Naturalmente, no trabajan sólo los cerebros, sino el resto de la persona también. Estamos dando a un todo (persona) el nombre de una parte (cerebro) incluida en él.

d. Etimología popular: los hablantes creen percibir familiaridad entre dos palabras porque sus significantes son parecidos y una contagia su significado a la otra, aunque no tengan ningún parentesco etimológico. Son vulgarismos: sanjuán, andalias, mondarinas,…”

 

 

 

LA PALABRA. CAMBIOS SEMÁNTICOS

LA PALABRA. CAMBIOS SEMÁNTICOS

 

ESQUEMA

1.- Vida de las palabras.

2.- Tabú y eufemismo.

3.- Impropiedad lingüística.

4.- Metáfora, metonimia y sinécdoque.

IDEAS PREVIAS

1.- ¿Eres consciente de que algunas palabras “no se pueden decir” porque son desagradables e inconvenientes?

2.- ¿Qué queremos destacar de una persona cuando decimos que es una “tortuga”?

Es habitual comparar las palabras con los seres humanos: como nosotros, tienen cuerpo (el significante) y alma (el significado). Según esta identificación, las palabras también nacen, crecen y mueren.

A lo largo de su vida, el cuerpo y el alma de las palabras pueden sufrir alteraciones: unas veces cambia el significante, manteniéndose el significado: así, el verbo hacer se escribió en otra época fazer, y se pronunciaba de forma distinta a la actual. Otras veces cambia el significado, aunque el significante se mantenga constante: el significante azafata significaba originariamente “criada de la reina”; con el tiempo pasó a significar “camarera distinguida que presta sus servicios a bordo de un avión”. Hoy en día nadie emplearía esta palabra con su significado primitivo.

Llamamos cambios semánticos a aquellos que afectan al significado de una palabra. Los eufemismos, las impropiedades lingüísticas, los casos de metáfora y metonimia, etc., son hechos lingüísticos que provocan cambios semánticos.

1.- LA VIDA DE LAS PALABRAS

Nacimiento de las palabras

¿Cómo nace una palabra? Existen varios procedimientos:

- Muchas veces tomamos la palabra de una lengua extranjera; es lo que llamamos préstamo lingüístico. Así, las palabras turismo, mitin o líder son préstamos del inglés; las palabras blusa, champán u hotel son préstamos del francés; o las palabras acuarela, caricatura y desfachatez, proceden del italiano.

- En ocasiones se une un significado nuevo con un significante ya existente, creándose un signo nuevo; el es caso de azafata, o el de cabo que, a su significado originario de “extremo” añade después los de “lengua de tierra que penetra en el mar”, “individuo de la clase de tropa inmediatamente superior al soldado” y “cuerda”.

- Otra forma de crear una palabra nueva es mediante siglas, como TALGO, SIDA u OTAN.

- A veces se convierte un nombre propio en común: sandwich es el apellido de un lord inglés; Rebeca pasa de ser el nombre de la protagonista de una película de Alfred Hitchcock a designar una prenda de vestir; y ya vimos casos como quijote o celestina (que incluso crean derivados: quijotesco, celestinesco).

                Rebeca: película dirigida por A. Hitchcock en 1940 y protagonizada por Joan Fontaine y Laurence Oliver, basada en el folletín de Daphne du Marier. Su protagonista se vestía con una prenda de este tipo; se trata de un jersey sin cuello, abrochado por delante y cuyo primer botón está a la altura de la garganta.

Muerte de las palabras

Las palabras también mueren; esto sucede cuando dejan de usarse: muchas palabras del diccionario están muertas porque no las emplea ya nadie (aunque puede argumentarse que están vivas en los textos de los que han sido tomadas, por ejemplo cuando se trata de una obra literaria medieval).

                ¿Por qué mueren las palabras?

- Por designar una realidad que cae en desuso: por ejemplo almófar es un arabismo referido a una parte de la armadura (concretamente una malla de hierro con que el guerrero se protegía la cabeza). Desde el momento en que deja de haber armaduras, la vida de esta palabra es muy precaria (es difícil asegurar que una palabra no la emplea nadie: siempre podemos encontrar expertos en armaduras medievales que utilicen este término; sin embargo, el uso de esta palabra es hoy mucho más reducido que en la Edad Media).

- Por un choque de dos significantes: la palabra latina OCULUM da en castellano ojo; la palabra latina OLEUM, si hubiera evolucionado con regularidad habría dado ojo también; tendríamos un único significante con dos significados:

                               órgano de la vista: OCULUM

                               aceite: OLEUM

Es decir, estaríamos ante un caso de homonimia. Sin embargo, para evitarla, ojo < OLEUM desaparece, y es sustituida por un préstamo árabe, aceite.

- Otras palabras mueren por tabú: los hablantes rechazan una palabra por diferentes razones, que estudiaremos en el siguiente apartado.

Tabú y eufemismo

 Hemos dicho que las palabras mueren también por tabú. Con este término polinésico (que significa “prohibido”) nos referimos al rechazo que una comunidad lingüística muestra hacia una palabra. Lo que se rechaza no es la palabra en sí, sino su referente; lo que molesta son las cosas designadas por las palabras. Los tabúes se dan en todas las culturas conocidas, y se relacionan generalmente con los mismos temas: el sexo, lo sobrenatural, la excreción y la muerte.

                ¿Cuáles son las razones de los tabúes?

- En primer lugar creencias, ya sean de tipo religioso (así, algunas religiones prohiben expresamente pronunciar el nombre de su Dios), ya supersticiones (relativas, por ejemplo, a determinados animales, como la serpiente, la comadreja o el lobo).

- Otra razón es el inconveniente social que provoca nombrar determinadas partes del cuerpo, objetos o lugares; así se explica que la pieza de la casa que más veces ha cambiado de nombre sea el baño (retrete, aseo, servicio, lavabo, water, etc.).

La solución al tabú es el eufemismo, una palabra no contaminada que se emplea como sustituta de la malsonante. De todos modos el eufemismo suele ser una solución provisional: con el uso la nueva palabra se “mancha”  con el referente al que designa y debe ser reemplazada por otra.

Algunos autores señalan como característica de los eufemismos su ambigüedad: junto al sentido con que se usan para reemplazar a la voz tabú, conservan su sentido normal, que precisamente sirve para disimular la realidad. Cuando pierden su sentido normal y designan exclusivamente la realidad que se pretende evitar, agotan su valor como eufemismos y en seguida pasan a ser tabúes. Mientras retrete mantuvo su significado originario de “lugar apartado”, sirvió como eufemismo para designar el “aposento dotado de las instalaciones necesarias para orinar u evacuar el vientre” (Diccionario de la RAE); cuando perdió su significado primero, pasó en seguida a ser una palabra tabú.

La muerte es un tema tabú en muchas culturas. Producto de este rechazo es la serie de eufemismos y expresiones eufemísticas de que disponen las lenguas para referirse a ella; el eufemismo inicial de morir en español fue fallecer (que tenía el significado original de “faltar”); otros eufemismos utilizados hoy son faltar y desaparecer. Además tenemos toda una serie de expresiones eufemísticas para referirse a la muerte, más o menos humorísticas: estirar la pata, dar el último suspiro, dejar de existir, entregar el alma a Dios, quedarse como un pajarito, quedarse fiambre, etc. El francés tiene expresiones como fermer son parapluie (cerrar el paraguas) o n’avoir plus mal aux dents (no tener más dolor de muelas).

El lenguaje político / administrativo emplea también eufemismos o expresiones eufemísticas para suavizar una realidad que puede incomodar a los ciudadanos:

Revisión / reajuste de precios: subida de precios.

Desempleado / desempleo: parado / paro.

Económicamente débiles: pobres.

1.3.- IMPROPIEDAD LINGÜÍSTICA

Se llama así al uso incorrecto del significado de una palabra. Es el equivalente al término incorrección, que alude a la reproducción incorrecta del significante:

 - Quien haiga sido, que lo diga (incorrección al escribir y pronunciar haiga en lugar de haya).

A - ¿Te vienes o te quedas?

B - Me es inverosímil (impropiedad).

 Al responder B “me es inverosímil”, está utilizando impropiamente el adjetivo inverosímil, pues le da a éste el significado de “indiferente”, mientras que el significado que corresponde a inverosímil es “que no parece verdad, que no tiene apariencia de verdad”.

Cuando el locutor deportivo nos dice que “el primer tiempo está a punto de culminar”, emplea este infinitivo impropiamente, pues su significado es el de “llegar una cosa a su punto más alto” y no el de “terminar”, “finalizar”, que es el sentido con el que lo usa el locutor.

 Al generalizarse el uso impropio de una palabra, puede llagar a producir un cambio en el significado de la misma: el significante adopta un nuevo significado que puede desplazar al anterior o coexistir con él.

Las personas que emplean el lenguaje, oral o escrito, en los medios de comunicación (prensa, radio, televisión), han de cuidar especialmente el idioma; sus incorrecciones e impropiedades deterioran la lengua y generalizan usos inexactos. Los libros y manuales de estilo de los medios de comunicación (Agencia EFE, El País, El ABC, etc.) son un intento de encaminar el uso que los redactores y locutores deben hacer de la lengua.

4.- METÁFORA, METONIMIA Y SINÉCDOQUE

Metáfora:

Una metáfora es una comparación abreviada, sin nexo comparativo. Sustituimos una palabra por otra parecida a ella, sin más explicaciones. Para establecer la comparación es necesaria una semejanza entre el sustituido y el sustituto.

Las metáforas son frecuentes en la lengua usual, no sólo en la literaria: muchas palabras polisémicas han adquirido uno de sus significados por metáforas cuyo uso se ha extendido a todos los hablantes.

Estos significados metafóricos quedan ya para siempre asociados a la palabra y se recogen en los diccionarios; no son como las metáforas literarias, comparaciones únicas y aisladas empleadas por un solo escritor.

Las metáforas incorporadas a los diccionarios se llaman catacresis, y se indican mediante la abreviatura fig. que quiere decir lenguaje o sentido figurado.

Pajarraco: m. despectivo. Pájaro grande cuyo nombre se desconoce. // fig. y fam. hombre disimulado y astuto.

El primero en llamar pajarraco a un hombre astuto y listo, comparándolo con un pájaro grande, hizo una creación metafórica única e individual. Cuando este uso se hace común a todos los hablantes, se crea un nuevo significado para el significante pajarraco. Se ha producido un cambio semántico.

El mismo proceso es observable en las siguientes entradas de diccionario:

Capaz: que tiene ámbito o espacio suficiente para contener en sí otra cosa. // fig. Apto, con talento y cualidades para una cosa determinada.

Danzar: bailar las personas. // fig. y fam. mezclarse o introducirse en un negocio.

Fulanito es un ángel. Menganito un burro: se hace corresponder la forma de ser de las personas con las connotaciones o significados asociados que dichas criaturas, ángel y burro, respectivamente evocan.

De tal palo, tal astilla (palo-padres; astilla- hijos).

A perro flaco todo son pulgas (perro flaco-pobre, desamparado; pulgas-desgracias, gastos).

Cuando en la metáfora falta el término real, cuya naturaleza hay que suponer o adivinar, como es el caso de los refranes, suele denominarse metáfora pura.                             

Metonimia:

En la metonimia, la relación entre el elemento sustituto y el sustituido es de contigüidad física, basada en la realidad.

Café: semilla del cafeto. // Bebida que se hace por infusión con esta semilla tostada y molida. // Casa o sitio público donde se vende y toma esta bebida y otras consumiciones.

Como vemos, los tres significados de café están relacionados metonímicamente: de significar el grano de la planta (significado 1), café pasa a ser la bebida que se hace con ese grano (significado 2) y, en un estado posterior, el lugar donde se consume la bebida (significado 3).

Sinécdoque:

Tipo especial de metonimia que consiste en llamar a un todo con el nombre de una parte en él incluida o, al revés, dar a una parte el nombre del todo que la incluye.

Muchos cambios semánticos se crean de esta forma:

Cerebro: uno de los centros nerviosos constitutivos del encéfalo, situado en la parte anterior y superior de la cavidad craneal. // fig. cabeza, talento, juicio, capacidad. // fig. persona sobresaliente en actividades culturales, científicas o técnicas.

La acepción 2 es una traslación metonímica de 1:

a. Tiene mucha inteligencia.

b. Tiene mucho cerebro.

Podemos sustituir la expresión a. por la b. basándonos en una relación de contigüidad: la inteligencia reside en el cerebro.

La acepción 3 es un caso de sinécdoque:

c. Los mejores cerebros españoles trabajan en los Estados Unidos.

Naturalmente, no trabajan sólo los cerebros, sino el resto de la persona también. Estamos dando a un todo (persona) el nombre de una parte (cerebro) incluida en él.

LA PALABRA: RELACIONES SEMÁNTICAS

LA PALABRA: RELACIONES SEMÁNTICAS

ESQUEMA

1.- Polisemia y monosemia.

2.- Homonimia.

3.- Sinonimia.

4.- Antonimia.

5.- Inclusión.

IDEAS PREVIAS

1.- ¿Puedes citar una palabra que tenga más de un significado?

2.- ¿Recuerdas dos palabras que signifiquen lo mismo?

Los significados de las palabras pueden relacionarse de muy distintas maneras. A veces varias palabras comparten una parcela de su significado y entonces forman un campo léxico. Pero hay otras relaciones: palabras que significan lo mismo, palabras que significan lo contrario, palabras incluidas en el significado de otra, etc.

1.- POLISEMIA Y MONOSEMIA

Solemos asociar una palabra a un significado. Así, decimos que mesa significa ‘mueble para comer, escribir, etc. compuesto de un tablero horizontal sostenido por uno o varios pies’.

Sin embargo, es muy frecuente que a una palabra, a un significante para ser exactos, le corresponda más de un significado.

Encierro:

  1.- Lugar donde se encierra.

  2.- Clausura, aislamiento.

  3.- Prisión muy estrecha y sin comunicación. 

 4.- Acto de traer los toros de lidia al toril.

Decimos que las palabras con un solo significado son palabras monosémicas (del griego “mono”, uno y “semia”, significado) y llamamos polisémicas (griego “poli”, muchos) a las palabras con varios significados.

2.- HOMONIMIA

Hablamos de homonimia cuando dos palabras distintas, con significante y significado diferentes, pasan a coincidir en su significante con el paso del tiempo.

Lima 1: fruto del limero, parecido exteriormente al limón, pero de pulpa verdosa, de sabor algo dulce.

Lima 2: instrumento de acero de varias formas, con la superficie finamente estriada para desgastar y alisar metales y otras materias duras.// Corrección paciente de los escritos, pinturas y demás obras del entendimiento.

Lima 1 y lima 2 se pronuncian y escriben igual en la actualidad, pero en el pasado sus significantes eran distintos. En el caso de la polisemia sólo hay un significante, que se asocia a distintos significados, formando con cada uno de ellos un signo.

Así, vemos que lima 1 es una palabra monosémica, mientras que lima 2 es polisémica, pues tiene dos significados.

¿Cómo distinguir polisemia de homonimia? Es difícil, pues hay que conocer la historia de las palabras para saber si estamos ante una única palabra con dos o más significados (polisemia) o ante dos palabras distintas con igual significante (homonimia).

 Algunas formas de distinguirlas:

1.- En la polisemia los significados suelen estar muy próximos entre sí. Todos tienen alguna relación. En la homonimia los significados están muy distantes.

2.- Cuando las palabras pertenecen a dos categorías gramaticales distintas (por ejemplo vino: venir / vino: sustantivo) se trata sin duda de homonimia.

3.- En los diccionarios las palabras homónimas aparecen en dos entradas distintas, mientras que las polisémicas son distintas definiciones agrupadas en la misma entrada.

3.- SINONIMIA

 La relación de sinonimia se da cuando dos palabras con diferente significante poseen el mismo significado.   

 Empezar: significante empezar; significado: ‘dar principio a una cosa’.

Comenzar: significante comenzar; significado: ‘dar principio a una cosa’.

A veces dos palabras tienen un significado próximo o muy próximo, pero no significan exactamente lo mismo:

Tacaño: miserable, mezquino.

Ahorrativo: dícese del que ahorra con exceso.

Existe un juicio negativo en tacaño que no se da en ahorrativo. Ambos formarían parte del mismo campo léxico, pero con un sema diferenciador.

Aunque muchas veces podamos establecer diferencias entre los significados de dos palabras, otras veces dos términos significan lo mismo, y así aparecen recogidos en el diccionario.

                ¿Para qué sirven los sinónimos?

- Para evitar repeticiones.

- Para dar variedad al discurso.

- Para evitar combinaciones de sonidos desagradables...

- En resumen, para cuidar el estilo.

No sólo los escritores, también los usuarios normales de una lengua empleamos sinónimos en nuestras conversaciones cotidianas: preferimos quizá empezar a comer que comenzar a comer, para evitar la repetición de co-...co-;  cuando nos referimos mucho a un concepto empleamos diferentes denominaciones del mismo, buscando la variedad. En muchos casos no empleamos sinónimos totales, sino palabras que, en ese texto concreto, se refieren a la misma realidad, pero que no son sinónimos, pues no tienen exactamente el mismo significado.

                Sinónimos geográficos

Los nombres de muchos animales y plantas cambian en algunas zonas geográficas, aunque designen a las mismas realidades y tengan el mismo significado. Se habla entonces de sinónimos geográficos, o geosinónimos. Por ejemplo: ¿Qué nombres recibe el cerdo en distintas zonas de España y América?: cochino, puerco, marrano, gocho, chancho... todas estas palabras significan lo mismo, pero una se prefiere a las demás en cada zona geográfica.

4.- ANTONIMIA

Se define como antonimia la relación entre dos términos con distinto significante y significados opuestos.

Esta definición es algo confusa, pues se aplica a pares de palabras como blanco / negro, marido / mujer o entrar / salir, cuyas relaciones no parecen del todo equivalentes.

 Podemos distinguir bajo el concepto global de antonimia tres relaciones distintas:

                Complementariedad

 Relación semántica entre dos términos de modo que la negación de uno implica la afirmación del otro; por ejemplo (no casado supone soltero; no soltero, casado; fíjate que aunque existen otros estados posibles -viudo, divorciado- no afectan a la primera pareja: uno puede estar soltero y a la vez ser viudo o divorciado)

                Reciprocidad

Relación semántica de doble dirección entre dos referentes; para cada una de las direcciones, la lengua dispone de una palabra:

 Referentes                        mujer                                   hombre

                                   > ser mujer de >                      < ser marido de <

                Antonimia gradual

                Afecta a dos términos opuestos, entre cuyos significados existen grados intermedios (que la lengua puede nombrar mediante palabras concretas)

 frío                    (templado, tibio)                            caliente

grande               (mediano)                                         pequeño

 

5.- INCLUSIÓN

Hay relación de inclusión cuando el significado de una palabra está contenido en el de otra.

La relación de inclusión se da entre el archilexema y los lexemas de un campo semántico: el archilexema tiene un significado más general que los lexemas, y puede sustituirlos a todos sin especificar. Volviendo al ejemplo anterior, el archilexema ver puede sustituir a cualquiera de los otros elementos del campo:

- Desde la montaña se otea (ve) el horizonte.

- En este momento está observando (viendo) el paisaje.

Dentro de la inclusión se conoce como hiperónimo (nombre grande) al término incluyente, y como hipónimo (nombre pequeño) al término incluido. El hiperónimo tiene menos rasgos semánticos que el hipónimo, su significado es más general, pero se puede aplicar a más referentes, es más extenso. Por el contrario, el hipónimo tiene un significado más preciso que el hiperónimo (al tener más rasgos semánticos) pero se puede decir de menos seres, objeto o acciones de la realidad, tiene menos extensión.

Ten en cuenta que desde la teoría del campo semántico, el término incluido es el archilexema, no el lexema:

 Ver S1

Observar S1 + S2 + S11

Otear S1 + S2 + S4

Observar y otear tienen el significado de ver y aportan nuevos rasgos; incluyen a ver, no están incluidos en él.

 

ACTIVIDADES

1.- Busca en un diccionario las siguientes parejas de signos, e indica si mantienen una relación de polisemia o de homonimia.

lira / lira

hipo / hipo-

hinojo / hinojo

hinchar / hinchar

nave / nave

promoción / promoción

pronunciar / pronunciar

pastoral / pastoral

huelga / huelga

temple / Temple

2.- Indica en la página reproducida del diccionario (pág. siguiente) los casos de polisemia y de homonimia que encuentres (pág. 1075, tomo I, DRAE).

 

3.- Busca en el diccionario las siguientes palabras: álamo, chopo, pobo, alno, tiemblo, tremolín, tremol.

Indica las relaciones de inclusión y de sinonimia que se establecen entre ellas. Intenta estructurar un campo semántico con estas siete palabras estableciendo el archilexema, los lexemas y los semas diferenciadores.

 

4.- Rellena los huecos de los siguientes textos con palabras que designen la misma realidad:

Texto 1

Una visión muy especial de los Beatles a través del cine

Con la proyección de cuatro películas del mítico______________ británico The Beatles, la organización del IV Cinefórum musical pretende mostrar una visión especial de la _____________ de Liverpool. (...)

A través de estas películas los espectadores podrán contemplar la faceta más desconocida del _____________________ inglés.

Texto 2

Tod Browning llega a la filmoteca. Poeta de lo visual olvidado durante décadas

Tod Browning ______________ de cine de Hollywood clásico, es un personaje clave en la transición del cine mudo al sonoro.

Este ______________ lleva a cabo en sus películas un recorrido sentimental, tierno y emocionado por el alma que acoge los cuerpos más grotescos e innobles de cuantos nos rodean cotidianamente.

Su trabajo se consolida en 1925, cuando se reencuentra con Lon Chaney.

Actor y ____________ unen sus esfuerzos en esa obra maestra de la lírica tenebrosa que es El trío fantástico.

 

 

 

 

 

LA PALABRA. EL SIGNIFICADO

LA PALABRA. EL SIGNIFICADO

 

ESQUEMA

- Tipos de significado:

                - Léxico.

                - Gramatical.

                - Ocasional.

- Significado léxico:

                - Campos semántico.

- Significado y nombre propio.

- Denotación y connotación.

 

IDEAS PREVIAS

1.- ¿Cómo distinguirías el significado de un verbo del de una preposición?

2.- ¿Puedes enumerar varias palabras que tengan un significado parecido a “felicidad”?

1.- LA PALABRA: EL SIGNIFICADO

                Las palabras son signos; como tales, tienen una parte material, perceptible por los sentidos, que llamamos significante. Cuando leemos u oímos una palabra percibimos su significante mediante los sentidos de la vista y del oído respectivamente.

                Además, como todo signo, las palabras poseen también un significado, un concepto, de modo que cuando leemos u oímos una de ellas, ese concepto se reproduce en nuestra mente. De la misma forma, cuando hablamos o escribimos, representamos conceptos que llegarán a la mente de nuestros lectores u oyentes. Llamamos significado a esos conceptos evocados por las palabras.

1.- TIPOS DE SIGNIFICADO

                La ciencia que estudia el significado se llama semántica. La semántica distingue tres tipos de significado en las palabras:

Significado léxico

                Es el que poseen las palabras que evocan en nuestra mente conceptos como seres, objetos (los sustantivos); cualidades (los adjetivos); acciones, procesos o estados (los verbos); circunstancias (los adverbios). Fundamentalmente se da en estas cuatro clases de palabras, caracterizadas por ser listas abiertas, es decir, grupos de palabras muy amplias que el hablante no conoce de memoria.

                El sustantivo “mujer” evoca en nuestra mente la idea de un ser humano con determinadas características.

                El adjetivo “valiente” trae a nuestra mente el concepto de una cualidad atribuible a determinados seres.

                El verbo “comer” se refiere a una acción que pueden llevar a cabo los seres vivos.

                El adverbio “así” indica la circunstancia concreta de una acción.

Significado gramatical

                Es el que poseen las palabras y morfemas que precisan e indican relaciones entre otras palabras. Es el objeto de estudio de la gramática (morfología y sintaxis).

                En el sustantivo perr-o-s, los morfemas o y s evocan en nuestra mente el masculino y plural, respectivamente. Estos contenidos nos sirven para relacionar esta palabra con otras, en la lengua hablada o escrita: con el artículo los, el adjetivo fieros o el verbo muerden, por ejemplo, pero no con el artículo la o el verbo muerde.

                Las palabras y morfemas con significado gramatical son listas cerradas de elementos, es decir, pocas unidades (género: -o, -a, -e, -triz, -dor...; número: -s, -es, -0; persona: primera, segunda, tercera; tiempo, modo, etc.) fácilmente memorizables.

                ¿Qué tipo de significado tienen las preposiciones? El hecho de que formen una lista cerrada y memorizada nos lleva a incluirlas entre las palabras con significado gramatical. Las más usadas como a, de, en, con se emplean muchas veces con la función de puro enlace, sin expresar ningún contenido:

                               ¿Te acuerdas de ella?

                               Vamos a ver qué sucede.

                               Insistió en ello todo el día

                               Cuenta con mi apoyo

                Sin embargo, estas preposiciones pueden cumplir su función sintáctica de enlace indicando a la vez un contenido gramatical:

                               Vivo en Salamanca (lugar)

                               Vamos a la costa (destino)

                               Vengo de trabajar (procedencia)

                               Pesco con anzuelo (instrumento)

Significado ocasional

                El tercer tipo de significado que podemos encontrar en las palabras de una lengua es el significado ocasional. Se da en aquellas palabras que necesitan de otra palabra en el discurso oral o escrito, para “llenarse” semánticamente: hacen referencia a otras palabras que a su vez tienen significado léxico.

                Por ejemplo, no tiene sentido preguntarse qué significa lo en déjalo, a menos que situemos esta oración en un contexto lingüístico:

                - ¿Qué hago con el libro? - Déjalo.

2.- SIGNIFICADO LÉXICO: LOS CAMPOS SEMÁNTICOS

                Las palabras con significado gramatical y ocasional están perfectamente estructuradas en las lenguas; así, encontramos por ejemplo pronombres de 1ª, 2ª y 3ª persona, en singular y plural, con género masculino o femenino, etc.

                Con estos criterios (persona, número, género...) se hacen cuadros que reflejan perfectamente las relaciones entre las formas.

                Sin embargo, cuando intentamos organizar y estructurar las palabras con significado léxico surgen problemas: no es tan fácil establecer las relaciones entre dos verbos como sorprender y asustar, por ejemplo, o entre dos adjetivos como cálido y tibio.

                El intento más logrado de estructurar las palabras con significado léxico es la teoría de los campos semánticos.

Campo semántico

                Es un grupo de palabras con un significado en parte común y en parte diferente. Para que exista el campo es necesaria la base de significado común.

                ¿Cómo se construye un campo semántico? Ante todo necesitamos la ayuda de un diccionario; leyendo sus definiciones podemos reunir un grupo de palabras que tengan una parte de significado semejante. A partir de ahí, y basándonos siempre en las definiciones, iremos estableciendo los rasgos que diferencian el significado de una palabra del de las otras.

                Vamos a estudiar el campo semántico de ver. Para ello anotamos primero todas las palabras que conozcamos cuyo significado esté relacionado con ver: mirar, observar, ojear; para buscar más debemos acudir a un diccionario; los diccionarios de sinónimos nos pueden ser útiles, pues agrupan las palabras de significado parecido. Un diccionario básico para establecer campos semánticos es el Diccionario Ideológico de la lengua española, de Julio Casares: la primera parte de este diccionario ordena todo el vocabulario del español en campos ideológicos que son agrupaciones de palabras relacionadas entre sí; en estos campos podemos buscar los términos que necesitamos.

                Añadimos a los tres anteriores: bizcar, otear, aojar, atisbar, fisgar, catar, lincear, remirar; una vez que tenemos esta lista de palabras, buscamos sus definiciones en un diccionario alfabético normal:

                - Ver: percibir por los ojos la forma y color de los objetos.

                - Mirar: fijar deliberadamente la vista en un objeto.

                - Bizcar: torcer los ojos al mirar.

                - Otear: mirar desde lugar alto lo que está abajo.

                - Ojear: dirigir los ojos o mirar a determinada parte.

                - Aojar: ojear la caza.

                - Atisbar: mirar, acechar, recatadamente.

                - Fisgar: atisbar para ver lo que pasa en la casa del vecino.

                - Catar: mirar (antiguo).

                - Lincear: descubrir o ver lo que difícilmente se distingue.

                - Remirar 1: volver a mirar una cosa.

                - Remirar 2: mirar una cosa complaciéndose en ella.

                - Observar: mirar y examinar atentamente.

                A partir de estas definiciones podemos establecer los rasgos de significado mínimo o semas que aparecen en el campo:

                - S1: percibir por los ojos la forma y color de los objetos.

                - S2: fijándose en un objeto deliberadamente.

                - S3: torciendo los ojos.

                - S4: desde lo alto lo que está abajo.

                - S5: la caza.

                - S6: con recato.

                - S7: para ver lo que pasa en casa del vecino.

                - S8: lo que difícilmente se distingue.

                - S9: de nuevo.

                - S10: con complacencia.

                - S11: con atención.

                - S12: antiguamente.

                Una vez hecho esto, podemos estructurar el campo semántico:

 

S1

S2

S3

S4

S5

S6

S7

S8

S9

S10

S11

S12

Ver

+

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mirar

+

+

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bizcar

+

+

+

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otear

+

+

 

+

 

 

 

 

 

 

 

 

Ojear

+

+

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aojar

+

+

 

 

+

 

 

 

 

 

 

 

Atisbar

+

+

 

 

 

+

 

 

 

 

 

 

Fisgar

+

+

 

 

 

+

+

 

 

 

 

 

Catar

+

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

+

Lincear

+

 

 

 

 

 

 

+

 

 

 

 

Remirar 1

+

+

 

 

 

 

 

 

+

 

 

 

Remirar 2

+

+

 

 

 

 

 

 

 

+

 

 

Observar

+

+

 

 

 

 

 

 

 

 

+

 

 

Nuevos conceptos:

- Archilexema: es el concepto más general del campo semántico; aquel término que puede sustituir a cualquier otro sin especificar; en este campo el archilexema es ver.

- Sema: rasgo de significado mínimo. Sus combinaciones nos dan los distintos significados. Para que haya campo semántico deben existir uno o varios semas comunes a todos los términos del campo. En este caso el S1.

- Lexema: la lista de palabras que, junto con el archilexema, forma el campo semántico.

3.- EL SIGNIFICADO DE LOS NOMBRES PROPIOS

                Hemos hablado de que un signo tiene dos caras, el significante y el significado. Ahora bien, los signos, las palabras de una lengua, por ejemplo, nos sirven para señalar a objetos o aspectos del mundo real, para designar. Esta relación entre el signo y la realidad se representa en el siguiente triángulo:

Significado

                                              

                                                                      Significante                                                       Referente

- Significante: es la parte material del signo, las letras con que se escribe o los sonidos con que se pronuncia.

- Significado: el concepto que el significante reproduce en nuestra mente cuando lo leemos o escuchamos.

- Referente: el objeto de la realidad al que puedo referir con un signo determinado.

                Una palabra nos sirve para designar a distintos objetos de la realidad; así,  con el signo mesa puede referirme a diversas mesas.

                Por otro lado, un único objeto de la realidad puede ser designado con distintos signos: puedo emplear mesa, escritorio, mueble para señalar al mismo objeto.

                Además, hay signos que no tienen un referente en la realidad, aunque sí en la ficción: yo no puedo aplicar los signos sirena (ser mitológico) o unicornio a seres reales, aunque tienen un significado que mis oyentes comprenden.

                De los nombres propios podemos decir que no son signos, pues tienen significante pero no significado. Luis no significa nada, son unos sonidos o letras que yo aplico a uno o a varios seres de la realidad. En este caso le falta un vértice al triángulo:

                                            Significante: Luis

 

Significado: 0                                           Referente: las personas que se llaman así.

 

                Los nombres propios son de dos tipos:

 

- Antropónimos: nombres de persona.

- Topónimos: nombres de lugar.

                El hacho de que los nombres propios no tengan significado no quiere decir que no lo hayan tenido nunca, pues la mayoría procede de nombres comunes, que tenían un significado léxico establecido: Eugenio, Catalina, Irene... fueron originariamente nombres comunes en griego.

                Igual que hay nombres comunes que pasan a propios, hay nombres propios que pasan a comunes, adquiriendo entonces un significado preciso: quijote, tenorio, celestina, lazarillo... son ejemplos claros.

                Muchos antropónimos se eligen actualmente por influjo del cine o la televisión. Esto no es nada nuevo: en el Siglo de Oro las comedias de Lope de Vega ponían de moda los nombres entre la población. La verdad es que el dramaturgo elegía los nombres que mejor le venían para construir sus versos, según l número de sílabas, la rima, etc. Así emplea mucho el nombre Leonor, por las posibilidades de rima que le ofrece con amor y honor.

                Al igual que ocurre con los nombres propios de persona, muchos topónimos fueron inicialmente nombres comunes: León se llama así por la legión romana (Legio Séptima Gémina), allí establecida. Cuando se perdió entre los hablantes la conciencia de este origen, en la Edad Media, se creó el escudo de la ciudad (que está en el escudo de España) con la figura del animal salvaje, que nada tiene que ver con las legiones romanas.

                De la misma forma que ocurre con los nombres propios de persona, los nombres propios de lugar se aplican también a diferentes realidades: en América hay muchas ciudades con nombres idénticos a las ciudades españolas: Cartagena, Toledo, Mérida. Dentro de España hay pueblos con el mismo nombre. Casi todas las ciudades de Inglaterra se repiten en los Estados Unidos.

4.- DENOTACIÓN Y CONNOTACIÓN

                Algunos lingüistas distinguen dos tipos de significado en las palabras: el cognitivo o intelectual y el afectivo o emotivo. Las palabras de la lengua cotidiana, frente a las terminologías, pueden cargarse de asociaciones emocionales o connotaciones.

                Significado denotativo es el significado de una palabra común a todos los hablantes; aquél que aparece en el diccionario y que todos reproducen en su mente al escuchar o leer la palabra.

                Significado connotativo es el contenido que una palabra evoca sólo en un hablante (o en un grupo reducido de hablantes), por razones emotivas o afectivas asociadas al término en cuestión. Si un significado connotativo pasa a ser de dominio general se convierte en denotativo, se recoge en el diccionario como una nueva acepción de la palabra.

                Si buscamos en el diccionario la palabra holgazán encontramos la siguiente definición, que conforma su significado denotativo: aplicase a la persona perezosa que no quiere trabajar.

                Ahora bien, pensemos que, por razones personales, esta palabra evoca individualmente otro significado, asociado a una experiencia o vivencia previa (por ejemplo nos recuerda a una persona concreta a quien llamaban siempre así, nos recuerda a una persona que utilizaba con frecuencia esa palabra, etc.): ése sería su significado connotativo; por esa razón afectiva podríamos preferir holgazán a vago o perezoso, palabras de igual significado denotativo (sinónimos) pueden diferenciarse por sus particulares asociaciones emotivas o evocativas.

ACTIVIDADES

1.- Indica si el significado de las siguientes palabras es léxico, gramatical u ocasional:     aprender             comprar                recuerdo             él            luego

                para                     dulce                     más                       suyo      en

                belleza                 figura                   por                        ahí         tomar

                este                       según                   mi                                     verde

2.- Estructura, con ayuda de un diccionario, los siguientes términos en dos campos semánticos, indicando el archilexema y los rasgos semánticos más importantes de cada campo:

CAMPO SEMÁNTICO

ARCHILEXEMA

RASGOS SEMÁNTICOS

TÉRMINOS

  

 

 

 

Perfume, peste, hedor, aroma, fragancia, olor, cabello, ceja, pelo, cana, pestaña, rizo.

3.- Busca en un diccionario o enciclopédico el origen de los siguientes nombres propios: Catalina, Irene, Eugenio, Alejandro.

4.- Piensa en dos palabras que tengan para ti un significado especial, al margen del significado común a los hablantes. Explica en qué consiste ese significado connotativo y cómo ha llegado a adquirirlo la palabra.

5.- Agrupa las siguientes palabras en campos semánticos, y estructura éstos indicando su archilexema y los rasgos significativos mínimos diferenciadores o semas. Emplea para ello un diccionario.

Encantar, oscurecer, incumplir, faltar, enlutar, hechizar, anochecer, omitir, embrujar, evitar, ensombrecer, hadar, ensalmar, eludir, velar.

 

LIBROS DE LECTURA PARA ALUMNOS DE 1º DE BACHILLERATO

LIBROS DE LECTURA PARA ALUMNOS DE 1º DE BACHILLERATO

 

Entre Álvaro y yo hemos hecho la lista de libros que os habíamos prometido para que disfrutéis y os entretengáis este largo verano. Pasadlo bien. Nos vemos en septiembre.

1. Soldados de Salamina, Javier Cercas.

2. Cuentos, Julio Cortázar.

3. El nombre de la rosa, Umberto Eco.

4. Como agua para chocolate, Laura Esquivel.

5. Cien años de soledad, Gabriel García Márquez.

6. Crónica de una muerte anunciada, Gabriel García Márquez.

7. Tres sombreros de copa, Miguel Mihura.

8. 1984, George Orwell.

9. Rebelión en la granja, George Orwell.

           10. Un mundo feliz, Aldous Huxley.

           11. Réquiem por un campesino español, Ramón J. Sender.

           12. La tesis de Nancy, Ramón J. Sender.

           13. La sombra del viento, Carlos Ruiz-Zafón.

           14. Ensayo sobre la ceguera, José Saramago.

           15. Las intermitencias de la muerte, José Saramago.

           16. Un viejo que leía novelas de amor, Luis Sepúlveda.

17. La noche del oráculo, Paul Auster.

18. El alquimista, Paulo Coelho.

19. El nombre de la rosa, Umberto Eco.

20. Las bicicletas son para el verano, Fernando Fernán Gómez.

21. Los pilares de la tierra, Ken Follett.

22. Diario de Ana Frank.

23. El mundo de Sofia, Jostein Gaarder.

24. Siddhartha, Herman Hesse.

25. Sin noticias de Gurb, Eduardo Mendoza.

26. El perfume, Patrick Süskind.

27. El túnel, Ernesto Sábato.

28. Ética para Amador, Fernando Savater.

            29. Ébano, Ryszard Kapuscinski.

            30. La catedral del Mar, Ildefonso Falcones De Sierra.

            31. La cena secreta, Javier Sierra.

            32. El viaje de Teo, Catherine Clement.

            33. El médico, Noah Gordon.

            34. El curioso incidente del perro a medianoche, Mark Haddon.

            35. La conjura de los necios, John Kennedy Toole.

36. La Biblia de barro, Julia Navarro

37. El muchacho persa, Mary Renault.

38. Yo, Claudio, Robert Graves.

39. Si esto es un hombre, Primo Levi.

      40. Germinal, Emile Zola.